La historia, en sí misma, ya es excepcional. En 2007, un joven investigador de la historia de Chicago, John Maloof, compra a precio de saldo en una subasta de barrio parte de las pertenencias de una anciana desconocida llamada Vivien Maier. Estaban amontonadas en cajas en un almacén porque la mujer tenía la manía de acumularlo todo: sombreros, zapatos, billetes de autobús…
Lo que Maalof no sospechaba es que entre todos aquellos objetos encontraría una caja con una increíble obra fotográfica, con más de 120.00 negativos, películas caseras y grabaciones que cambiarían la historia de la fotografía.
Vivien Maier nació en Nueva York en 1926 y se trasladó a Chicago en 1956 en donde trabajó de niñera. Cuidaba a los hijos de familias acomodadas y los llevaba a pasear por la ciudad, a los parques, yendo siempre acompañada de su cámara. Muchas fotos se quedaron sin revelar porque era algo que pocas veces se podía permitir. Murió en una residencia de ancianos en 2009 sola y sin familia.
Son excepcionales sus fotos de la calle que la encumbran en la cima de la fotografía de la «América urbana». La gente salía natural, podía mirarla a los ojos y a penas percibía que era fotografiada gracias a que usaba una cámara Rolleiflex de medio formato.
Son excepcionales las fotografías de ella misma (…y nosotros creemos que el «selfie» es algo nuevo). En ellas experimentaba con su imagen en infinidad de situaciones y lo hacía a través de los espejos y de los cristales de los escaparates callejeros.
Son excepcionales las fotos en dónde entremezcla lineas, reflejos y personas.
En 2013 Jhon Maalof y Charlie Siskel realizaron la película «Finding Vivian Maier» que fue nominada en 2014 al Oscar al mejor largometraje documental y a los premios BAFTA.
Este es un fragmento de nueve minutos de la película en dónde el mismo Jhon Maalof nos relata el nacimiento del mito.
Hasta el 10 de septiembre de 2016 se puede admirar parte de su obra en la Fundación Colectania de Barcelona. La mayor parte de las fotografías nunca habían sido reveladas, son inéditas incluso para la propia Vivian Maier.
Esas vidas que se esconden en cajones y luego se abren como tesoros… y dejan huella. ENORME VIVIAN MAIER
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Es espectacular. Ella y sus fotografías.
Gracias
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Gracias por la información, me ha parecido tan interesante que he ido esta misma tarde a la exposición y es todavía mejor de lo que me esperaba. Saludos.
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Me alegro de que te haya gustado. Gracias por visitar mi blog.
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Una entrada estupenda de una mujer excepcional, como lo suelen ser las personas sencillas.
Besos y versos de miércoles.
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Sí, fue una mujer sencilla y excepcional y es muy difícil reunir las dos cosas.
Gracias y más versos de miércoles.
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Algunas veces, en lo sencillo se esconde lo excepcional. Una maravilla nos dejas, Carme!
Besetes de lunes.
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Gracias, María. Besos de martes!
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Gracias por compartir, hermosas! abrazo grande.
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Qué fascinante historia! Gracias por compartirla.
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Muchas gracias a ti, Marta. Un beso.
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