Réquiem para «La muerte cansada». Alfred Schnittke y Fritz Lang

La obertura de un Réquiem y las imágenes de una película. Cuatro minutos que consiguen impresionar, transportarnos a un mundo paralelo, lúgubre, frío, pero en donde se respira una extraña serenidad.

Fritz Lang (Viena, 1890-Los Angeles, 1976) fue uno de los grandes directores del cine americano. En 1921 dirigió la película «La muerte cansada». Una parábola sobre el amor y la muerte.

Una pareja de enamorados coinciden en una posada con un desconocido misterioso. El novio desaparece con él, y la mujer lo busca hasta que entiende que el extranjero es la muerte. La joven entra en el inframundo para intentar que le devuelva a su amado. La muerte habla con ella de la ingrata tarea le ha sido encomendada y le muestra tres velas que se están apagando. Solo podrá recuperar a su amor si consigue salvar el fuego de alguna de ellas.

Esta es  una película de culto que influyó en la trayectoria artística de Luis Buñuel «Abrió mis ojos a la poética expresividad del cine» dijo de ella. También impresionó a Alfred Hitchcock como le comentó a François Truffaut en una entrevista, y se dice que el personaje interpretado por Bernhard Goetzke inspiró la figura de la muerte en «El séptimo sello» de Ingmar Bergman.

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Réquiem. La palabra proviene del latín y significa descanso. Es una composición musical que se canta con el texto litúrgico de la misa de difuntos, o parte de él.

En  1975 el músico ruso Alfred Schnittke (Enguel, 1934- Hamburgo 1998), considerado uno de los grandes compositores tardosoviéticos realiza una obra que en un primer momento tenía que ser para el Don Carlo de Schiller, pero que por la escala y el alcance de la pieza la descarta y la convierte en un concierto. El Réquiem toma como punto de partida el funeral de la Rusia coral para los muertos y se inspira en el sonido de campanas y gongs de las obras de Stravinsky.

Es un tema de canto lento y misterioso en donde la voz de los hombres está por encima de las campanas tubulares y el piano bajo, habitual de la misa latina para los muertos.

En este pequeño vídeo se ensamblan la obertura del Réquiem de Schnittke y una escena de «La muerte cansada» de Fritz Lang.

El resultado  cautiva, sobrecoge, se vuelve a aparecer en sueños.

-¿Qué estás buscando aquí en mi reino, criatura? Yo no te he convocado.

-Quiero ir con  mi amado. ¿Dónde está el que me robaste?

-No te lo robé, su hora había llegado. Aquí ves la vida de los hombres. Parpadean y   queman por un tiempo y se apagan cuando Dios así lo decide. Créeme mi tarea es dura.   Es una maldición. Estoy cansado de ver los sufrimientos del hombre y de que me odien   por obedecer a Dios.

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13 comentarios

  1. La verdad que en la sociedad actual hablar de la muerte parece un estigma, que todo el mundo teme y nadie quiere que se acerque a él/ella ni a los de su entorno. Pero la muerte a veces toca antes de tiempo o simplemente el tiempo se acabó para esa persona.

    Deberíamos hablar de forma más natural de la muerte y que no fuera tan traumática. En Noruega, por ejemplo, tienen unos jardines dedicados al ciclo de la vida. Esos jardines representan el espíritu de los noruegos, que ven la muerte como parte de la vida. En otros países, como Méjico, celebran la muerte de los antepasados con una fiesta y no es nada traumático que muera un familiar o amigo.

    Creo que son planteamientos acertados, que resuelven los agobios de ver que se acerca la muerte de alguien cercano.

    ¡Un abrazo Carme!

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  2. Estoy totalmente de acuerdo. Antes cuando en una casa convivían varias generaciones la vida y la muerte era algo natural y aceptado, ahora se les esconde a los niños lo que hace que entenderlo cueste más. Muchas gracias por pasarte por aquí, David.

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  3. La verdad es que la música le va al pelo. Me gusta los guiños a los directores de cine que bebieron de allí, a Ingmar Bergman, yo creo que lo reveló, Es como si quisiera llevarle la contraria a la fatalidad expresada en Frid land, El golpe del manto, casi al final, de la muerte, envolviéndolos, Berman lo pone casi al principio, y durante toda la película intenta engañar a la muerte, buscándole un resquicio, hasta que lo encuentra, ¡Ese guiño del artista pintando al fresco!, el mismo que le inspiró la trama, y que logra sobrevivir a la muerte… juas…. Ambos directores, de momento lo lograron, le sobreviven a la muerte .
    Kissss y Kisss

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  4. Desconocía por completo la existencia de esta película. Me ha maravillado el fragmento que has incluido.
    Fritz Lang es genial, soy un gran admirador de «Metropolis» y de «M».
    Es un placer leerte.
    Alberto Mrteh (El zoco del escriba)

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