El parhelio (parecido al sol) es un fenómeno meteorológico que se produce por la reflexión de la luz solar en las nubes de tipo cirro cuando estas llevan muchas partículas de hielo, y que provoca el efecto óptico de que hay varios soles en el cielo, lo cual puede durar incluso horas.
Este fenómeno es mencionado desde la antigüedad por Aristóteles, Ptolomeo, Cicerón y Séneca, entre otros. Pero no es hasta el 20 de abril de 1535 en el que es documentado e incluso pintado muy poco después de producirse por Malare Urbana. El original se perdió, pero queda una copia bastante fidedigna del cielo y la ciudad de Estocolmo por aquellas fechas.

El 23 de abril de 1775 se dio ese extraño fenómeno en el cielo de Covent Garden, Londres. Un niño nacía bajo la mirada y el calor de tres soles, lo llamaron William Turner y sería uno de los pintores más importantes del paisajismo inglés, también fue llamado «El pintor de la luz».
Es uno de los grandes artistas del romanticismo, al que se le considera el primer pre impresionista. Plasmaba la fuerza y el influjo de la naturaleza sobre el ser humano. En su obra destaca la apreciación de los fenómenos meteorológicos, nieve, tempestades, oleajes.



Al final de su vida su pintura fue casi simbolista, jugaba con la percepción y la imaginación del observador, difuminaba las formas, pero sobre todo dibujaba cielos y soles, en uno de sus últimos cuadros pintó el ángel del Apocalipsis delante del sol. Volvía al principio de su vida, a aquella mañana de tres soles.

Se dice que sus últimas palabras fueron: «El sol es Dios»