En 1964 tuvo lugar un descubrimiento maravilloso. El jefe de la sección de manuscritos de la Biblioteca Nacional de Madrid encontró «Los Códices de Madrid» después de haber estado traspapelados durante más de trescientos años. Eran escritos y dibujos de Leonardo da Vinci. En ellos había notas, pensamientos, descripciones detalladas de artilugios mecánicos.
En el códice número II, en el folio 76 se encuentra un boceto para la construcción de un órgano de fuelle continuo, teclado vertical y tubos de papel, algo sumamente raro para la época. En aquel tiempo los órganos eran muy pesados y exigían mucho esfuerzo manual, este tenía la particularidad de al pesar poco se podía transportar.

En 1992 Joaquín Saura, constructor de instrumentos musicales y autor del «Diccionario técnico histórico del órgano español» consiguió descifrar el folio 76 y pudo construir el órgano siguiendo las pautas de Leonardo.

Todo ensamblaba a la perfección, todo encajaba hasta en los más mínimos detalles. El sonido del órgano era suave, recordaba a una flauta dulce. Así, tres siglos más tarde se pudo escuchar el órgano de Leonardo aunque él no hubiera escrito nunca música. Debió ser una de las pocas cosas que no se atrevió a hacer.

En 2019 para la conmemoración del V aniversario de la muerte de Leonardo la ciudad de Milán volvió a reproducir el instrumento. sonaba así.
«Los hombres geniales empiezan grandes obras, los hombres trabajadores las terminan.» Leonardo da Vinci.