
En el subsuelo de la región hay grandes reservas de petroleo, gas, carbón, oro, plata y en él se encuentran el 20% de los diamantes del mundo.
La república de Sajá-Yakutia es seis veces más grande que España pero cuenta con menos de un millón de habitantes. En invierno a penas tienen tres horas de luz al día.


Pero sus habitantes se han reinventado fomentando los deportes de riesgo extremo.
Oimiakón es un sitio en donde es muy difícil vivir, pero a pesar de todo muchos de sus pobladores sobrepasan los cien años. Es un pueblo vivo que tiene una leyenda:
Se cuenta que Chysjaan, un personaje que viene de los hielos, cada año surge del océano Ártico y que con su respiración va llevando el frío a la tierra. Así se inaugura y se bendice la llegada del invierno. Sus habitantes saben si el invierno será duro mirando la longitud de sus cuernos. Luego ‘El señor del frío” inaugura el árbol navideño de la aldea y se retira a su morada.

Ya lo dijo el célebre historiador y filólogo francés G. Dumézil (1898- 1986) estudioso de las sociedades y las religiones indoeuropeas:
“Los pueblos sin leyendas se mueren de frío”.
