Ya desde la Edad de Piedra los hombres hacían extrañas construcciones con forma de barco para enterrar a sus muertos.
Antiguas leyendas celtas hablan de como algunos hombres ( Bran, Maelduinn) habían surcado el mar con barcos de piedra. También se decía que los evangelizadores irlandeses (Samson y Suliac) llegaron a Armórica en el siglo VI de ese modo.
Las tradición jacobea hace referencia a cómo se le apareció al apóstol Santiago en Muxía la Virgen María en un barco de piedra. Y de como fueron trasladados los restos de Santiago el Mayor de Palestina a Finisterre en un navío de esas características.
Hoy se ha demostrado que lo que parecía imposible puede ser verdad.

El escultor bretón Jean Yves Menez, nacido en 1953 en Finisterre construyó en 1999 un buque de granito y lo lanzó al mar en el año 2000, el «Maen Vag».

Partió de un bloque de 35 toneladas de granito lanhelin que fue dando forma y vaciando hasta que pudo alcanzar la linea de flotación.
Este barco puede llevar hasta siete pasajeros y ha realizado numerosas travesías.
Hoy está expuesto en Dol de Bretaña delante de la catedral de San Samson, el mismo que llegó en misión evangelizadora desde Irlanda en un navío de piedra.
