Carlo M. Cipolla fue uno de los mayores historiadores del siglo XX. Catedrático de Historia económica en las universidades de Pavía y Berkeley. Escribió numerosas obras sobre historia y economía, pero también es conocido por un pequeño libro humorístico (aunque muy serio) de 80 páginas: Allegro ma non troppo. Este contiene dos ensayos: uno sobre el papel de las especias en el desarrollo económico de la Edad Media (de la pimienta en particular) y otro en el que enuncia las leyes de la estupidez humana. Este último es una joya. He aquí una muestra:
- Siempre e inevitablemente cualquiera de nosotros subestima el número de individuos estúpidos en circulación.
- La probabilidad de que una persona dada sea estúpida es independiente de cualquier otra característica propia de dicha persona.
- Una persona es estúpida si causa daño a otras personas o grupo de personas sin obtener ella ganancia personal alguna, o, incluso peor, provocándose daño a sí misma en el proceso.
- Las personas no-estúpidas siempre subestiman el potencial dañino de la gente estúpida; constantemente olvidan que en cualquier momento, en cualquier lugar y en cualquier circunstancia, asociarse con individuos estúpidos constituye invariablemente un error costoso.
- Una persona estúpida es el tipo de persona más peligrosa que puede existir.
Calo M. Cipolla explora la conducta humana considerando dos factores:
-Los beneficios y pérdidas que un individuo se causa a sí mismo.
-Los beneficios y pérdidas que un individuo causa a los otros.
Y según esto divide a la población en cuatro grupos:
- (1)-INTELIGENTES: benefician a los demás y a sí mismos.
- (2)-INCAUTOS o desgraciados: benefician a los demás y se perjudican a sí mismos.
- (3)-ESTÚPIDOS: perjudican a los demás y a sí mismos.
- (4)-MALVADOS o bandidos: perjudican a los demás y se benefician a sí mismos.
Para Cipolla, desde el punto de vista económico y social, un Malvado siempre es preferible a un Estúpido, ya que el malvado, en el fondo, hace que los bienes cambien de manos, mientras que el estúpido no aporta ningún beneficio para nadie.
Desde luego da mucho que pensar.