El origen la palabra “Rangoli” proviene del sánscrito “rang” que significa color y “aavalli” enredadera.
Esos dos elementos se combinan creando una expresión artística que aporta bienestar a todo el que lo contempla y que sirve de protección ante el mal.
Se hacen con pétalos de flores, harina, semillas o arena coloreada. Es un arte efímero que transmite la idea de fragilidad y de provisionalidad de la vida.
Cuenta la leyenda que un sumo sacerdote cayó en la más profunda tristeza tras la muerte de su hijo y que oró a Brahma pidiéndole que devolviera la vida al niño. Brahma conmovido por su dolor pidió a una mujer que dibujara en el suelo el retrato del pequeño, sopló sobre él y resucitó al niño. Así nació el primer rangoli.
Hoy en día los dibujos se realizan a la entrada de las casas para protegerlas de las desgracias y como saludo a los huéspedes. Normalmente los crean las mujeres.
Es una tradición que ha ido pasando de generación en generación porque con la armonía de sus formas y colores reduce la energía negativa y atrae a la buena suerte.
También se dice que empezaron a hacerse porque al barrer el piso de las casas o cubrirlo con estiércol se formaban líneas disarmónicas que rompían los flujos energéticos.
Recuerdan mucho a las estructuras fractales, una figura que se repite formando un todo sin principio ni fin.
Todos conocen a Frida Khalo ( Coyoacán, 1907-1954) como pintora, pero hay una faceta de ella inédita que también destila sensibilidad y realismo, que transporta directamente a su universo. Son sus escritos.
“Estoy bien… Bien hundida, bien decepcionada, bien vacía. Bien harta, bien rota. Bien fracasada, bien inestable, bien cansada… Definitivamente: Estoy bien“.
Estos son versos extraídos de su diario. En ellos se retrata igual que en sus pinturas.
He aquí algunos fragmentos de sus cartas a su gran amor Diego Rivera:
… Cuando me dijeron que habrían de amputarme la pierna no me afectó como todos creían, NO, yo ya era una mujer incompleta cuando le perdí, otra vez, por enésima vez quizás y aún así sobreviví… No pretendo causarte lástima, a ti ni a nadie, tampoco quiero que te sientas culpable de nada, te escribo para decirte que te libero de mí, vamos, te “amputo” de mí, sé feliz y no me busques jamás… Se despide quien le ama con vehemente locura, Su Frida.
…”Recuerda que siempre te amaré aunque no estés a mi lado. Yo en mi soledad te digo, amar no es pecado a Dios”...
“Tú eres todas las combinaciones de números. La vida”.
“Mi deseo es entender la línea, la forma, el movimiento. Tú llenas y yo recibo.
Tu palabra recorre todo el espacio y llega a mis células que son mis astros y va a las tuyas que son mi luz“.
Nunca fue ni será mío. Es de él mismo. La vida callada dadora de mundos, lo que más importa es la no ilusión. La mañana Nace, los rojos amigos, los grandes azules, hojas en las manos, pájaros ruideros, dedos en el pelo, nidos de palomas, raro entendimiento de la lucha hermana, sencillez del canto de la sinrazón, locura del viento en mi corazón. Dulce xocolatl del México antiguo, tormenta en la sangre que entra por la boca. Compulsión, augurio, risa y dientes finos, agujas de perla para algún regalo de un siete de julio. Lo pido, me llega, canto, cantando, cantaré desde hoy nuestra magia, amor.
Aunque haya dicho “te quiero” a muchos y haya tenido citas y besado a otros, en el fondo sólo te he amado a ti…
Yo lo veía… y puedo jurar que no me quedaban ganas de ver a nadie más. En ese preciso momento comprendí, que los ojos siempre le pertenecen a las personas que los hacen brillar.
Quisiera darte todo lo que nunca hubieras tenido, y ni así sabrías la maravilla que es poder quererte.
– No voy a pedirte que me escribas, que te quedes, que me beses, que me abraces o que me quieras. Porque si tengo que pedirlo, ya no lo quiero.
-Bebía porque quería ahogar mis penas, pero las malvadas aprendieron a nadar.
–Mereces un amor que te quiera despeinada, con todo y las razones que te levantan de prisa, con todo y los demonios que no te dejan dormir. Mereces un amor que te haga sentir segura, que puede comerse al mundo si camina de tu mano, que sienta que tus abrazos van perfectos con su piel. Mereces un amor que quiera bailar contigo, que visite el paraíso cada vez que mira tus ojos y que no se aburra nunca de leer tus expresiones. Mereces un amor que te escuche cuando cantas, que no le asuste caer. Mereces un amor que se lleve las mentiras, que te traiga la ilusión, el café y la poesía.
“No quiero un final feliz, quiero una vida llena de momentos felices, porque al final todo es triste”.
Sin duda fue una mujer que sufrió mucho por su enfermedad, sus circunstancias y la intensidad de su temperamento, pero en el fondo en su obra siempre hay color, formas exuberantes y pasión. Siempre buscó la felicidad:
“Ser feliz es una decisión que hay que tomar todos los días, que no depende de las condiciones de vida que uno tenga, sino de la actitud con la cual enfrenta los problemas. La felicidad es eso: Decidir ser feliz”.
Se llamaba Idea, Idea Vilariño, nació en Montevideo (Uruguay) el 18 de agosto de 1920. Fue poeta, ensayista y crítica, también compositora y maestra, formó parte de la llamada generación del 45 de la que también formaban parte Juan Carlos Onetti y Mario Benedetti. Su padre, Leandro Vilariño, era un conocido anarquista y poeta. Su madre Josefina Romani fue una especialista en literatura europea. Sus hermanos se llamaban Numen, Poema, Azul y Alma.
YA NO SERÁ
Ya no será, ya no viviremos juntos, no criaré a tu hijo no coseré tu ropa, no te tendré de noche no te besaré al irme, nunca sabrás quien fui por qué me amaron otros.
No llegaré a saber por qué ni cómo, nunca ni si era de verdad lo que dijiste que era, ni quién fuiste, ni qué fui para ti ni cómo hubiera sido vivir juntos, querernos, esperarnos, estar.
Ya no soy más que yo para siempre y tú Ya no serás para mí más que tú. Ya no estás en un día futuro no sabré dónde vives, con quién ni si te acuerdas.
No me abrazarás nunca como esa noche, nunca. No volveré a tocarte. No te veré morir.
El poema recitado por ella
Idea escribió desde niña, tuvo una infancia difícil por padecer asma y eczema, lo cual la dotó de una extraordinaria sensibilidad. Sus primeros poemas los escribió entre los 17 y los 21 años, luego fue reconocida internacionalmente.
Poema ” Todo es muy simple“. Recitado por ella.
Como compositora, hizo canciones emblemáticas de la música popular uruguaya: A una paloma (cantada por Daniel Viglietti), La canción y el poema (Alfredo Zitarrosa), Los orientales y Ya me voy pa’ la guerrilla (Los olimareños).
Daniel Viglietti. “A una paloma”
Falleció en Montevideo el 28 de abril de 2009 a los 88 años a causa de una oclusión intestinal. A su entierro no fueron más que diez personas. Al morir dejó una nota que decía: “Nada de cruces. No morí en la paz de ningún señor, etc. Empresa Forestier Posse o Martinelli. Decir allí murió Idea Vilariño. Cremar“
“Ah, noches silenciosas, de oscuras lunas suaves, noches largas, suntuosas, cruzadas de palomas, en un aire hecho manos, amor, ternura dada, noches como navíos...
“Así tú y yo buscamos un hueco, otro planeta en donde no tocara la sal tu cabellera, en donde no crecieran dolores por mi culpa, en donde viva el pan sin agonía. Un planeta enredado por distancia y follajes, un páramo, una piedra cruel y deshabitada, con nuestras propias manos hacer un nido duro, queríamos, sin daño ni herida ni palabra, y no fue así el amor, sino una ciudad loca donde la gente palidece en los balcones”.
“Soneto LXXI. “Cien sonetos de amor (1959). Pablo Neruda.
En el mundo del arte esta expresión se refiere a determinado tipo de obras, sobre todo pinturas, en donde Jesús resucitado no permite a María Magdalena que le toque, pues todavía no ha subido al Padre.
“Noli me tangere” es una corrupción de la expresión latina “Noli me tanguere” que literalmente quiere decir No me toques aunque también se suele traducir como “No te acerques a mi”.
Una de las más famosas de ellas es la de Correggio (1518):
Se dice que inspiró a Picasso en uno de sus cuadros “La vie” (1903) en el gesto de la mano del hombre que está representado en el centro del cuadro y que podría significar el alejamiento que necesitaba el propio Picasso de su madre portadora del eterno niño.
Noli mi Tangere en la Edad Media también se refería a un tipo de úlcera maligna en la piel ( posiblemente cancerosa) que era mejor no tocar para que no empeorara.
Y en el plano conceptual también puede representar a un objeto exento de contradicción o análisis como un amuleto del que uno no se va a desprender porque le ha traído suerte, piensen los demás lo que piensen.
Hoy son tiempos de Noli Mi Tangere. No es bueno tocar a los demás , ni tan siquiera acercarse mucho a nadie.
No me toques
No me toques estoy contaminada no me beses estoy contaminada no me muerdas imbécil! estoy contaminada.
Nicanor Parra (Poesía Política, 1983).
El poema
Juan Ramón Jiménez. (Piedra y cielo, 1917-18)
Pero hay un poema precioso que colma y sublima esa voluntad de tocar.
Era una mañana y abril sonreía. Frente al horizonte dorado moría la luna, muy blanca y opaca; tras ella, cual tenue ligera quimera, corría la nube que apenas enturbia una estrella…
…Pregunté a la tarde de abril que moría: ¿Al fin la alegría se acerca a mi casa? La tarde de abril sonrió: La alegría pasó por tu puerta-y luego, sombría: Pasó por tu puerta. Dos veces no pasa.
Y nuevamente abril a flor de cielo
Rubén Bonifaz Nuño
Y nuevamente abril a flor de cielo abre tus manos tibias, y yo canto el júbilo entrañable y el espanto que en mi sangre derramas con tu anhelo.
Amo la gravidez del alma, el vuelo por la caricia que hasta ti levanto, y el fuego triste hallado en el quebranto de la distancia – aborrecible velo – .
Amor: abril, tu cómplice, desvía la ruta del temor que disminuye y disfraza de fiesta su agonía.
Eres abril de nuevo, amor, y nada escapa de tu ser: todo confluye a cobrar plenitud en tu mirada.
En abril, las aguas mil
Antonio Machado
Son de abril las aguas mil. Sopla el viento achubascado, y entre nublado y nublado hay trozos de cielo añil. Agua y sol. El iris brilla. En una nube lejana, zigzaguea una centella amarilla…
Primavera
Juan Ramón Jiménez
Abril, sin tu asistencia clara, fuera invierno de caídos esplendores; mas aunque abril no te abra a ti sus flores, tú siempre exaltarás la primavera. Eres la primavera verdadera; rosa de los caminos interiores, brisa de los secretos corredores, lumbre de la recóndita ladera. ¡Qué paz, cuando en la tarde misteriosa, abrazados los dos, sea tu risa el surtidor de nuestra sola fuente! mi corazón recojerá tu rosa, sobre mis ojos se echará tu brisa, tu luz se dormirá sobre mi frente…
Canción primaveral
Federico García Lorca
Salen los niños alegres De la escuela, Poniendo en el aire tibio Del abril, canciones tiernas. ¡Que alegría tiene el hondo Silencio de la calleja! Un silencio hecho pedazos por risas de plata nueva…
…¡Abril divino, que vienes Cargado de sol y esencias Llena con nidos de oro Las floridas calaveras!
El 4 es 4 para todos
Pablo Neruda
¿El 4 es 4 para todos? ¿son todos los sietes iguales? cuando el preso piensa en la luz es la misma que te ilumina? has pensado de qué color es el abril de los enfermos? qué monarquía occidental se embandera con amapolas?
Canción
Nicolás Guillén
De que callada manera se me adentra usted sonriendo, como si fuera la primavera! (yo, muriendo.) Y de qué modo sutil me derramó en la camisa todas las flores de abril. ¿Quién le dijo que yo era risa siempre, nunca llanto, como si fuera la primavera? (no soy tanto.) En cambio, ¡qué espiritual que usted me brinde una rosa de su rosal principal! ¡de qué callada manera se me adentra usted sonriendo, como si fuera la primavera! (yo, muriendo.)
Aunque pertenece al género de las babosas a la Clione Limacina se le llama Ángel del mar. Su tamaño es de unos pocos centímetros y habita en las aguas gélidas del Océano Ártico alimentándose de diminutos caracoles marinos ,
Su forma transparente permite ver sus colores internos amarillo y rosa. Tiene tentáculos y dos pequeñas alas que le permiten desplazarse como si volara dentro del agua.
Cuando dos ángeles del mar se encuentran para aparearse nadan el uno junto al otro realizando un baile de cortejo en donde extienden sus alas, luego sacan sus órganos reproductores y se adhieren al cuerpo de su pareja durante más de cuatro horas. Esta unión es tan fuerte que deja cicatrices en sus cuerpos.
Mientras nadan juntos con sus cuatro alas, pueden comer e incluso capturar presas. Para separarse tienen que moverse en espiral.
Son seres hermafroditas, a la vez masculinos y femeninos. Empiezan siendo machos y desarrollan órganos femeninos cuando llegan a la edad adulta.
No solo son hermosos. Son pura poesía.
El Ángel Ángel
Y el mar fue y le dio un nombre y un apellido el viento y las nubes un cuerpo y un alma el fuego.La tierra, nada.
Ese reino movible, colgado de las águilas, no la conoce.
Es una de las poesías más relevantes de la literatura norteamericana escrita por Elisabeth Bishop ( 1911-1979).
Una niña acompaña a su tía Consuelo al dentista. Mientras la espera, en la sala del consultorio lee una revista del National Geographic. Sorprendida por las imágenes y las historias de caníbales, mujeres africanas desnudas y volcanes, se descubre a si misma.
Es la historia de la perdida de la inocencia de una niña de casi siete años. Es la revelación de lo que inexorablemente va a sucederle, convertirse en uno de esos adultos grises y tontos que están sentados junto a ella y que no se atreve ni a mirar a los ojos, lo que va a ser su lugar en el mundo, y en el parecido con su propia tía a la que desprecia. El descubrimiento de su identidad de mujer.
EN LA SALA DE ESPERA
En Worcester, Massachusetts, fui a acompañar a tía Consuelo a una cita con el dentista y me senté a esperarla en la sala de espera. Era invierno. Oscurecía temprano. La sala de espera estaba llena de adultos, zapatones de goma y abrigos, lámparas y revistas. Mi tía estuvo lo que me pareció un largo rato adentro y mientras esperaba leí el National Geographic (ya sabía leer) y examiné en detalle las fotografias: el interior de un volcán, negro y lleno de cenizas; luego aparecía vomitando riachuelos de fuego. Osa y Martin Johnson vestidos con pantalones de montar, botines y cascos protectores. Un hombre muerto colgando de un poste —«Carne para caníbales», leía la inscripción. Bebés con las cabezas afiladas, enrolladas en espiral con cordón; negras desnudas con los cuellos enrollados en espiral con alambre como los cuellos de las bombillas eléctricas. Sus senos eran horribles. Lo leí todo sin ninguna pausa. Era demasiado tímida para detenerme. Luego miré la portada: los márgenes amarillos, la fecha.
De repente, de adentro surgió un ¡ah! de dolor —la voz de tía Consuelo— ni muy escandaloso ni muy prolongado. No me sorprendió en lo absoluto; para entonces ya sabía que ella era una mujer tímida y tonta. Podía haberme sentido avergonzada, pero no lo estaba. Lo que me tomó enteramente por sorpresa fue que resulté ser yo: mi voz, en mi boca. Sin darme cuenta yo era mi tonta tía. Caía —ambas— caíamos y seguíamos cayendo, con nuestros ojos fijos en la portada del National Geographic, febrero de 1918. Me dije: dentro de tres días vas a tener siete años. Lo decía para detener la sensación de estar cayéndome del mundo redondo que seguía girando, hacia el frío espacio negri-azul. Pero sentí: tú eres un yo, eres una Elizabeth, eres una de ellas. ¿Por qué también tú debes serlo? Apenas me atrevía a mirar para averiguar qué es lo que yo era. Miré de reojo —no podía mirar de frente— las sombreadas rodillas grises, los pantalones, las faldas y las botas y los diferentes pares de manos reposando bajo las lámparas. Sabía que nada tan raro había sucedido antes, que nada más raro podría suceder jamás. ¿Por qué debía ser yo mi tía, o yo misma, o cualquier otra persona? ¿Qué semejanzas— botas, manos, la voz de nuestra familia que sentía en mi garganta, o incluso el National Geographic y esos terribles senos colgando— nos mantenían unidas o hacían de todas una sola? Cuán —no sabía ninguna palabra que pudiera describirlo— «improbable»… ¿Cómo había llegado yo aquí, igual que ellas, y oído por casualidad un quejido que pudo tornarse grito pero que no lo fue?
La sala de espera era calurosa y estaba bien iluminada y se desvanecía bajo una gigantesca ola negra, otra ola y otra ola más.
Entonces volví a sentirme otra vez en ésta. La Guerra continuaba. Fuera de la sala, en Worcester, Massachusetts, la noche estaba ahí y la nieve derretida y el frío, y aún era el cinco de febrero de 1918.
En el ejemplar de febrero de 1918 sí que había un reportaje sobre volcanes, pero ninguno sobre los otros temas de los que habla. Al preguntarle a la escritora sobre ello comentó sin darle importancia: “Estarían en el número siguiente” . No estaban.
Sin duda lo fundamental para Bishop fue esa entrada en la edad de la razón y de la conciencia, en los siete años, la edad de empezar a acercarte a lo que eres.
Elisabeth Bishop obtuvo el Premio Pulitzer de poesía en 1956. Vivió y escribió gran parte de su obra en Brasil junto a la que durante años fue su pareja, la arquitecta Lota de Macedo Soares. Nunca fue una mujer convencional.
Cuando Marilyn Monroe murió el 5 de agosto de 1962 dejó todos sus objetos personales a Lee Strasberg, director , actor, profesor de cine y de teatro. Al fallecer este con 81 años en 1982 recibió el legado su joven esposa Anna Strasberg.
Este legado contenía vestidos, joyas, cosméticos, fotos y toda clase de documentos, entre ellos, Anna encontró dos cajas con poemas y manuscritos.
Marilyn Monroe fue una persona acomplejada por no haber podido estudiar en su infancia. Su obsesión era aprender, poca gente sabía que cuando no asistía a estrenos y a fiestas nocturnas era porque iba a clases de Historia y Literatura en la Universidad de Los Ángeles.
Era una ávida lectora, entre sus favoritos: Dovstoievsky, Withman, Kerouac y James Joyce. Le encantaba la pintura, sobre todo la del Renacimiento, también las bailarinas de Degas y las pinturas negras de Goya del que dijo una vez: “Conozco muy bien a ese hombre, tenemos los mismos sueños, llevo desde pequeña teniendo los mismos sueños”.
Hacía faltas de ortografía y seguramente era disléxica, pero alguna de sus poesías son pura sensibilidad y dicen mucho de ella.
MIEDO
Tengo tanto miedo a que no me quieran
que cuando me quieren
solo soy capaz de pensar
en el instante
cercano o lejano
en que dejarán de quererme.
PUENTES
Me gustaría estar muerta.
Me gustaría no haber existido.
Me gustan los puentes,
especialmente el de Brooklyn,
tan tranquilo a pesar
del rugido de los automóviles
debajo de los pies de los transeúntes.
Pero no hay ningún puente feo.
Quizá alguno no demasiado alto.
PIEDRAS
Piedras en el camino.
Son de todos los colores.
Yo las miro desde lo alto,
Pero sois vosotros
las que estáis más arriba
en un mundo perfecto
del que algún día yo
formaré parte.
CUERPO Y ALMA
Por mucho que acaricie tu cuerpo,
nunca llegaré hasta tu alma.
Aunque los que a mí me gustan
son más bien cuerpos desalmados.
En cambio yo,
no os lo vais a creer,
a veces tengo la sensación
de que soy un alma sin cuerpo.
HOY
Hoy no tengo ninguna
preocupación,
hoy respiro aire libre
al aire libre,
hoy no sufro
por el amor de nadie
ni recuerdo a la niña
humillada que fui,
hoy soy feliz,
hoy quisiera estar muerta.
SOLA
Sola. Estoy sola.
Siempre he estado sola,
pero hoy
ni siquiera me tengo a mí misma
para hacerme compañía.
TAL COMO SOY
Soy hermosa por fuera,
pero horrible por dentro.
Por eso me avergüenza
mirarme en el espejo
y en los ojos de los demás.
Temo que me vean
desnuda
toda mocos y llanto.
Tal como soy.
VERGÜENZA
Qué vergüenza tener treinta años
y ser una niña asustada.
Qué vergüenza que todos me miren
y tener ganas de llorar.
Qué vergüenza los periodistas
preguntándome cosas
y que yo no recuerde
ninguna de las cosas inteligentes
que aprendí para responderles
Qué vergüenza esta máscara
de hermosa rubia tonta
que tapa mi verdadero rostro
de tonta rubia tonta.
CARNE HUMANA
Soy dulce por fuera,
un cordero
que todos quieren acariciar.
Pero por dentro tengo garras
y enormes dientes
y ganas de devorar
carne humana.
Por dentro tengo tanta hambre
que me devoro a mí misma
y no me sacio nunca.
Todos esos poemas y toda su correspondencia personal con correcciones en rojo y anotaciones al margen están recogidos en el libro: “Marilyn Monroe. Fragmentos”.
Esas fueron las últimas palabras que Alejandra Pizarnik, poeta argentina 1936-1972, dejó escritas en su casa el día de su suicidio en Buenos Aires el 25 de septiembre de 1972.
Pizarnik fue una de las grandes voces surrealistas de la generación de los sesenta en América latina. Toda su obra está impregnada de pasión, de sentimiento y de muerte
SOMBRA DE LOS DÍAS A VENIR
Mañana me vestirán con cenizas al alba, me llenarán la boca de flores. Aprenderé a dormir en la memoria de un muro, en la respiración de un animal que sueña.
Se la definió como la poeta maldita de América, era extravagante, andrógina, bisexual. En la adolescencia había padecido acné, asma, tartamudeo y tenía tendencia a la obesidad, Se aisló de un mundo al que no entendía, que no la aceptaba y que acabó recluyéndola en un hospital psiquiátrico.
En sus poesías escribe sobre el silencio, la muerte, la locura, la ausencia
EN ESTA NOCHE, EN ESTE MUNDO
A Martha Isabel Moia
En esta noche en este mundo las palabras del sueño de la infancia de la muerte nunca es eso lo que uno quiere decir la lengua natal castra la lengua es un órgano de conocimiento del fracaso de todo poema castrado por su propia lengua que es el órgano de la re-creación del re-conocimiento pero no el de la resurrección de algo a modo de negación de mi horizonte de maldoror con su perro y nada es promesa entre lo decible que equivale a mentir (todo lo que se puede decir es mentira) el resto es silencio sólo que el silencio no existe
no las palabras no hacen el amor hacen la ausencia si digo agua ¿beberé? si digo pan ¿comeré?
en esta noche en este mundo extraordinario silencio el de esta noche lo que pasa con el alma es que no se ve lo que pasa con la mente es que no se ve lo que pasa con el espíritu es que no se ve ¿de dónde viene esta conspiración de invisibilidades? ninguna palabra es visible.
Vivió en París trabajando de traductora, allí conoció, fue amiga y protegida de escritores como Cortázar, Octavio Paz, Ítalo Calvino, Rosa Chacel o Mujica Láinez, con quien realizó una exposición de sus dibujos y pinturas.
Ella decía: “La poesía no es una carrera sino un destino”.
Despedida
Mata su luz un fuego abandonado. Sube su canto un pájaro enamorado. Tantas criaturas ávidas en mi silencio y esta pequeña lluvia que me acompaña.
A Ester Singer
Alguna vez alguna vez tal vez me iré sin quedarme me iré como quien se va
Pero hace tanta soledad que las palabras se suicidan.