Tecnología

George Redhawk. El artista ciego

Nacido en California (EE.UU), George Redhawk es un artista digital especializado en animación gráfica multimedia (motion graphics) y en efectos especiales para transformación de las imágenes (morphing). Su obra se centra en la creación de gifs a partir de fotografías de otros artistas consiguiendo mutaciones entre imagen y movimiento.

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George Redhawk antes daba clases en la facultad de medicina sobre flebotomía y tecnología con rayos X. Un día empezó a manifestar cambios en su visión y fue diagnosticado de hemeralopía, perdida de visión periférica y Síndrome de Charles Bonnet. Como el pronóstico era muy malo y la ceguera progresaba rápidamente se dedicó a buscar en internet información sobre su enfermedad y sus posibilidades. Eso le llevó a descubrir softwares diseñados especialmente para personas con discapacidad visual. De este modo se inició en el mundo de la manipulación fotográfica digital y descubrió la belleza del arte y su expresividad.  Su colección de obras se recoge bajo el título The World Through My Eyes (El mundo a través de mis ojos).

George-Redhawk pelo

 

Él lo explica así:

«El objetivo de mi arte es desafiar la percepción del sentido de la vista. Aunque tenga los ojos dañados y sea un reto constante para mí, mis obras son una forma de mostrar el mundo a través de mis ojos sin ver necesariamente».

 

 

«Mi arte es único en muchos niveles diferentes. Es una técnica que desarrollé usando un software que no fue diseñado para hacer esto. Es una expresión de mi ceguera y de las emociones, retos y alucinaciones visuales que experimento cada día. El síndrome de Charles Bonnet es algo de lo que muchos en la comunidad ciega o con defectos visuales raramente hablan. Mi mente trata de compensar los datos defectuosos enviados desde mi visión dañada llenando los espacios en blanco con información falsa, lo que resulta en una versión siempre cambiante, transitiva y transformadora de la «visión» mientras trato de discernir lo que estoy viendo. Es esta experiencia la que proyecto en mi estilo de arte particular».

 

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Hoy en día Redhawk ha perdido el 90% de visión, pero continua creando gracias a la tecnología.

SAN JUAN DENTRO DEL FUEGO

El verano, mi verano de la infancia, empezaba la noche de San Juan. En el barrio se amontonaban los trastos viejos en un chaflán y entre todos los vecinos encendíamos una hoguera. Un fuego enorme entre  coches, semáforos y casas. Un fuego que calentaba la noche más corta y que la hacía luminosa, especial, fantástica.

Yo no sabía bien para qué, ni qué significado tenía aquello, pero las vacaciones, los tres meses de verano empezaban allí. Y ese tiempo sin tiempo, sin obligaciones, me ayudaba a limpiarme del colegio, a borrar el curso viejo y esperar el nuevo incluso con ilusión.

Luego me enteré de que las hogueras de San Juan servían precisamente para eso. Sí, daban paso a la luz y a lo nuevo. Todo cuadra.

En esa noche mágica había dos cosas más que me encantaban.

Nos compraban un polo de agua naranja o agua limón y quedaba inaugurada la temporada de helados. Y lo mejor, lo mejor de todo,  los fuegos artificiales. Los petardos también, pero no tanto.

Era el Todo. La celebración de los sentidos.

Mirar los colores en el cielo, las formas, las chispas que se juntaban y se deshacían. El ruido festivo, la alegría de las explosiones acompañadas de su silbido final. El olor de la pólvora y de la hoguera. El gusto dulce del helado cuando su tacto frío se transformaba con el calor de la boca.

Nunca he vuelto a vivirlo igual. Ya lo decía Lord Byron:

“Así es, no volveremos a vagar

Tan tarde en la noche,

Aunque el corazón siga amando

Y la luna conserve su brillo”

         Nunca a vivirlo igual, pero el cambio, lo nuevo, también nos permite disfrutarlo de otra manera. Y eso también es mágico. Lo entendí cuando vi estas imágenes.

Están filmadas dentro de los fuegos artificiales desde un dron.