Mística

Entréme donde no supe

Esta es una de las poesías más hermosas de la lengua castellana. Es de San Juan de la Cruz.

Su título original según el códice de Sanlúcar de Barrameda fue: “Coplas sobre un éxtasis de harta contemplación” es la descripción apasionada de un estado modificado de conciencia, un éxtasis, algo que supera las capacidades de vigilia de la mente normal para adentrarse en la conciencia pura.

ENTRÉME DONDE NO SUPE

Entréme donde no supe:
y quedéme no sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.

1. Yo no supe dónde estaba,
pero, cuando allí me vi,
sin saber dónde me estaba,
grandes cosas entendí;
no diré lo que sentí,
que me quedé no sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.

2. De paz y de piedad
era la ciencia perfecta,
en profunda soledad
entendida, vía recta;
era cosa tan secreta,
que me quedé balbuciendo,
toda ciencia trascendiendo.

3. Estaba tan embebido,
tan absorto y ajenado,
que se quedó mi sentido
de todo sentir privado,
y el espíritu dotado
de un entender no entendiendo.
toda ciencia trascendiendo.

4. El que allí llega de vero
de sí mismo desfallece;
cuanto sabía primero
mucho bajo le parece,
y Su ciencia tanto crece,
que se queda no sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.

5. Cuanto más alto se sube,
tanto menos se entendía,
que es la tenebrosa nube
que a la noche esclarecía:
por eso quien la sabía
queda siempre no sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.

6. Este saber no sabiendo
es de tan alto poder,
que los sabios arguyendo
jamás le pueden vencer;
que no llega su saber
a no entender entendiendo,
toda ciencia trascendiendo.

7. Y es de tan alta excelencia
aqueste sumo saber,
que no hay facultad ni ciencia
que la puedan emprender;
quien se supiere vencer
con un no saber sabiendo,
irá siempre trascendiendo.

8. Y, si lo queréis oír,
consiste esta suma ciencia
en un subido sentir
de la divinal esencia;
es obra de su clemencia
hacer quedar no entendiendo,
toda ciencia trascendiendo.

San Juan de la Cruz

Pedro Salinas, el gran poeta, decía de la obra de San Juan de la Cruz: «No hay poesía más misteriosa en nuestra lengua». Desde luego tenía razón.

Curiosamente me recuerda la situación de pandemia en la que ahora nos encontramos. No va de eso la poesía, está claro, pero «Entréme donde no supe» y «A toda ciencia trascendiendo» me remite directamente a ello.

Para el gran místico es una situación magnífica y privilegiada el entrar sin saber y el plantearse situaciones que escapan a la ciencia. ¿Por qué no hacerlo nosotros ahora? ¿Qué somos los humanos para el mundo, cómo estamos incidiendo en él? ¿Por qué, para qué, estamos aquí? ¿Hasta cuándo el planeta dejará de tolerarnos como especie?

En la poesía de San Juan de la Cruz «Todo es lo que es y mucho más» (Jorge Guillen).