Cuando una periodista le preguntó a Valle-Inclán sobre si el libro La lámpara maravillosa podía considerarse su obra definitiva Valle respondió: “Efectivamente… Ese es el libro del cual estoy más satisfecho, tanto por la forma como porque me parece que logré la idea que tenía de que él despertara en cada uno de los lectores una emoción diversa y que como los antiguos libros de las escuelas iniciativas de Alejandría pudiera tener verdades de eterna belleza siempre nuevas, porque cada quien que las siente, puede interpretarlas”
Sin duda La lámpara maravillosa es una de las obras más esotéricas y extraordinarias de Valle-Inclán. En ella resume su ética y su estética. Es un compendio de las teorías filosóficas y de las tendencias de los movimientos de finales del siglo XIX en donde considera la belleza el centro del universo:
«No olvides que la última y suprema razón que todas las cosas atesoran para ser amadas, es ser bellas» .
Para alumbrar el camino le acompañan tres lámparas mágicas: temperamento, sentimiento y conocimiento.
El libro se hizo a partir de una serie de artículos aparecidos en Los Lunes del Imparcial entre los años 1912 y 1916. Gómez de la Serna dijo de él que era la única obra en la que tenía plena fe para recomendársela a sus hijos pues lo que persigue es mostrar cómo vivir la vida como si fuese una obra de arte.
«Toda expresión suprema de belleza es un divino centro que engendra infinitos círculos».
Una de las cosas que me ha llamado más la atención de la obra son las alusiones a las ideas de los grandes místicos, al simbolismo ocultista, a los rosacruces, los cristales, la alquimia, incluso al tarot.
«El idioma de un pueblo es la lámpara de su karma. Toda palabra encierra un oculto poder cabalístico: Es grimorio y pentáculo».
También las ilustraciones, que fueron meticulosamente supervisadas por el autor, tienen un sentido mágico y espiritual: dragones, ángeles, serpientes aladas, fuego, búhos… Nada está puesto al azar. Y siempre al final de cada capítulo hay una frase que va iluminando la lectura aún más:
«Al pasar bajo el arco de la eternidad, en la suprema comprensión de nuestra vida mortal está el premio y está el castigo».
Es un libro para leer con calma, del que no se entiende todo porque es un verdadero tratado de filosofía esotérica
“Vivo en el mejor de los mundos ignorándolo todo. Después debe comenzar la visión y el conocimiento verdadero, sin el engaño fundamental del tiempo y de la geometría. He vuelto a tener algunos éxtasis sin la ayuda del cáñamo índico que he abandonado por completo… Tendido en al campo o frente al mar llego a la imantación con todo el universo. Empleo la palabra imantación en su más estricto sentido etimológico (sentir amor).
Ramón María del Valle Inclán fue uno de los escritores más enigmáticos e iconoclastas de la literatura española de finales del siglo XIX. Su amigo Rubén Darío le definió así:
Este gran don Ramón de las barbas de chivo,
cuya sonrisa es la flor de su figura,
parece un viejo dios, altanero y esquivo,
que se animase en la frialdad de su escultura.
Gracias por la reseña de esta obra de Valle Inclán desconocida para mí. Espero poder encontrarla sin problemas. Saludos cordiales.
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Hola, Antonio. No tendrás problemas para encontrarla, en muchas bibliotecas tienen la edición de Ed. Austral de 1960 y este año la ha publicado la Ed. La Felguera. Es un libro para tomárselo con calma, pero vale la pena. Un abrazo.
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cuánto aprendo contigo, Carme ! Lo leeré
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Es durillo, pero vale la pena. Un beso.
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Muy buena entrada de nuevo! Ayer mismo subí en mi blog una entrada sobre Federico García Lorca y su poema «Pequeño Vals Vienés», adaptado musicalmente por Leonard Cohen, Sílvia Pérez Cruz, Morente… Si lo lees espero que te guste.
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Muchas gracias por el comentario y por el «Pequeño Vals Vienés». Me ha fascinado, conocía la canción de Leonard Cohen, pero la poesía no demasiado. Y enhorabuena, tienes un blog magnífico. Comparto muchas cosas como la fascinación por Islandia y por Escher. Un abrazo.
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Nunca he leído a Valle Inclán, Tu entrada me ha resultado muy enigmática.
Es un placer leerte.
Alberto Mrteh (El zoco del escriba)
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Gracias, Alberto. Yo tampoco había leído nada de él. He empezado por este libro, la verdad es que me ha resultado difícil aunque ha sido muy interesante. Es un placer que me leas
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