Pablo Neruda

ENTRE SÁBANAS

Lo primero que nos envuelve al nacer es una sábana. Qué poco pensamos en ella. En cómo la pudimos sentir aquella primera vez, si suave, fría, caliente, extraña, no humana…

Durante la vida la esencia de aquella sábana nos sigue acompañando en nuestros momentos más importantes, al nacer nos arropan, al enfermar nos consuelan, cuando hacemos el amor nos acarician, cuando damos a luz nos agarramos a ella y cuando morimos protegen nuestra mirada vacía de la vista de los demás.

De pequeños jugamos con sábanas, son mantos, casas, fantasmas, pantallas de cine.

De mayores podemos escribir nuestra vida en ellas como lo hizo Clelia Marchi https://wordpress.com/post/enelcampodelavanda.wordpress.com/14085, o cuando están muy gastadas convertirlas en trapos y usarlas para limpiar.

Incluso  hay sábanas «Santas» como la de Turin y cuadros de sábanas que hablan de soledad y de ausencia como los Stephanie Serpik, que son los que se muestran aquí. 

Pero lo mejor es que recogen nuestros sueños, nuestras pesadillas, nuestro sudor, así acaban siendo parte de nosotros mismos.

Este es un pequeño homenaje a un objeto en el que raras veces pensamos, pero que siempre está presente en nuestras vidas.

La casa en la mañana con la verdad revuelta
de sábanas y plumas, el origen del día
sin dirección, errante como una pobre barca,
entre los horizontes del orden y del sueño.

Pablo Neruda

» La tendencia que debería de pasar de moda… es dejar de meternos en las sabanas de los demás para dormir mejor en las nuestras“ .

Emily Spain

En tu abrazo yo abrazo lo que existe

Un día el pintor Juan Genovés ( Valencia, 1930- Madrid 2020) estaba trabajando en su estudio y se le ocurrió bajar un rato a la calle, vivía al lado de una escuela y a veces se paraba delante para observar como jugaban los niños en el patio. Vio como salían entre gritos, alborotados. Se abrazaban. No supo el porqué de aquella manifestación, de aquella alegría y necesidad de unión, en realidad no importaba.

Ese fue el principio de su obra «El abrazo» (1976) y en aquel momento histórico, en el que el país empezaba a salir de la dictadura, significó la necesidad de reconciliación de las dos Españas, de los opuestos.

El cuadro se convirtió en un símbolo, incluso se hicieron carteles con su imagen para pedir la amnistía de los presos políticos. Uno de esos carteles colgaba en la pared del gabinete de abogados sindicalistas el día de la matanza de Atocha.

Juan Gironés realizó una escultura para recordar a los abogados asesinados la noche del 24 de enero de 1977. Desde 2003 se puede ver en la plaza Antón Martín de Madrid. El cuadro original está en el Congreso de los Diputados para recordar lo que nunca ha de volver a pasar.

Dicen que para un abrazo son necesarias dos personas, pero quizás no siempre, a veces abriendo los brazos puedes llegar a abrazar el sol y recibir su calor. Sí, como la persona de la derecha del cuadro que se entrega a la nada, a todo lo que está por venir.

Extr. Soneto VIII de Pablo Neruda.

...En tu abrazo yo abrazo lo que existe,
la arena, el tiempo, el árbol de la lluvia,
y todo vive para que yo viva:
sin ir tan lejos puedo verlo todo:
veo en tu vida todo lo viviente.

Picasso (1900)


Balcones

 

 

Burgos, Ciudad Invisible: Balcón en ruinas

Balcón cerrado

balcocells

Balcón con pájaro

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Balcón con gato

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Balcón con niño

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Balcón con muchos niños

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Balcón con muchas flores

«Así tú y yo buscamos un hueco, otro planeta
en donde no tocara la sal tu cabellera,
en donde no crecieran dolores por mi culpa,
en donde viva el pan sin agonía.
Un planeta enredado por distancia y follajes,
un páramo, una piedra cruel y deshabitada,
con nuestras propias manos hacer un nido duro,
queríamos, sin daño ni herida ni palabra,
y no fue así el amor, sino una ciudad loca
donde la gente palidece en los balcones».

«Soneto LXXI. «Cien sonetos de amor (1959). Pablo Neruda.

REFLEXIONES : UNA PUERTA ABIERTA

 

Puerta abierta.