Juan Ramón Jiménez (1881-1958) tiene dos poemas preciosos uno habla del ser y el otro habla de la muerte.
La poesía no tiene porqué entenderse, no se puede corregir. Se siente, penetra, aunque carezca de sentido. El sentido se lo da el que la recibe, siempre es para él aunque hable de complicidades, de experiencias de otras personas.
Yo no soy yo
Yo no soy yo. Soy este que va a mi lado sin yo verlo, que, a veces, voy a ver, y que, a veces olvido. El que calla, sereno, cuando hablo, el que perdona, dulce, cuando odio, el que pasea por donde no estoy, el que quedará en pie cuando yo muera.
La muerte bella
¿Que me vas a doler, muerte? ¿Es que no duele la vida? ¿Porqué he de ser más osado para el vivir esterior que para el hondo morir?
La tierra ¿qué es que no el aire? ¿Porqué nos ha de asfixiar, porqué nos ha de cegar, porqué nos ha de aplastar, porqué nos ha de callar?
¿Porqué morir ha de ser lo que decimos morir, y vivir sólo vivir, lo que callamos vivir? ¿Porqué el morir verdadero (lo que callamos morir) no ha de ser dulce y suave como el vivir verdadero (lo que decimos vivir?)
La poesía es una vibración que se hace carne sin pasar por el cerebro.
En el mundo del arte esta expresión se refiere a determinado tipo de obras, sobre todo pinturas, en donde Jesús resucitado no permite a María Magdalena que le toque, pues todavía no ha subido al Padre.
«Noli me tangere» es una corrupción de la expresión latina «Noli me tanguere» que literalmente quiere decir No me toques aunque también se suele traducir como «No te acerques a mi».
Una de las más famosas de ellas es la de Correggio (1518):
Se dice que inspiró a Picasso en uno de sus cuadros «La vie» (1903) en el gesto de la mano del hombre que está representado en el centro del cuadro y que podría significar el alejamiento que necesitaba el propio Picasso de su madre portadora del eterno niño.
Noli mi Tangere en la Edad Media también se refería a un tipo de úlcera maligna en la piel ( posiblemente cancerosa) que era mejor no tocar para que no empeorara.
Y en el plano conceptual también puede representar a un objeto exento de contradicción o análisis como un amuleto del que uno no se va a desprender porque le ha traído suerte, piensen los demás lo que piensen.
Hoy son tiempos de Noli Mi Tangere. No es bueno tocar a los demás , ni tan siquiera acercarse mucho a nadie.
No me toques
No me toques estoy contaminada no me beses estoy contaminada no me muerdas imbécil! estoy contaminada.
Nicanor Parra (Poesía Política, 1983).
El poema
Juan Ramón Jiménez. (Piedra y cielo, 1917-18)
Pero hay un poema precioso que colma y sublima esa voluntad de tocar.
Era una mañana y abril sonreía. Frente al horizonte dorado moría la luna, muy blanca y opaca; tras ella, cual tenue ligera quimera, corría la nube que apenas enturbia una estrella…
…Pregunté a la tarde de abril que moría: ¿Al fin la alegría se acerca a mi casa? La tarde de abril sonrió: La alegría pasó por tu puerta-y luego, sombría: Pasó por tu puerta. Dos veces no pasa.
Y nuevamente abril a flor de cielo
Rubén Bonifaz Nuño
Y nuevamente abril a flor de cielo abre tus manos tibias, y yo canto el júbilo entrañable y el espanto que en mi sangre derramas con tu anhelo.
Amo la gravidez del alma, el vuelo por la caricia que hasta ti levanto, y el fuego triste hallado en el quebranto de la distancia – aborrecible velo – .
Amor: abril, tu cómplice, desvía la ruta del temor que disminuye y disfraza de fiesta su agonía.
Eres abril de nuevo, amor, y nada escapa de tu ser: todo confluye a cobrar plenitud en tu mirada.
En abril, las aguas mil
Antonio Machado
Son de abril las aguas mil. Sopla el viento achubascado, y entre nublado y nublado hay trozos de cielo añil. Agua y sol. El iris brilla. En una nube lejana, zigzaguea una centella amarilla…
Primavera
Juan Ramón Jiménez
Abril, sin tu asistencia clara, fuera invierno de caídos esplendores; mas aunque abril no te abra a ti sus flores, tú siempre exaltarás la primavera. Eres la primavera verdadera; rosa de los caminos interiores, brisa de los secretos corredores, lumbre de la recóndita ladera. ¡Qué paz, cuando en la tarde misteriosa, abrazados los dos, sea tu risa el surtidor de nuestra sola fuente! mi corazón recojerá tu rosa, sobre mis ojos se echará tu brisa, tu luz se dormirá sobre mi frente…
Canción primaveral
Federico García Lorca
Salen los niños alegres De la escuela, Poniendo en el aire tibio Del abril, canciones tiernas. ¡Que alegría tiene el hondo Silencio de la calleja! Un silencio hecho pedazos por risas de plata nueva…
…¡Abril divino, que vienes Cargado de sol y esencias Llena con nidos de oro Las floridas calaveras!
El 4 es 4 para todos
Pablo Neruda
¿El 4 es 4 para todos? ¿son todos los sietes iguales? cuando el preso piensa en la luz es la misma que te ilumina? has pensado de qué color es el abril de los enfermos? qué monarquía occidental se embandera con amapolas?
Canción
Nicolás Guillén
De que callada manera se me adentra usted sonriendo, como si fuera la primavera! (yo, muriendo.) Y de qué modo sutil me derramó en la camisa todas las flores de abril. ¿Quién le dijo que yo era risa siempre, nunca llanto, como si fuera la primavera? (no soy tanto.) En cambio, ¡qué espiritual que usted me brinde una rosa de su rosal principal! ¡de qué callada manera se me adentra usted sonriendo, como si fuera la primavera! (yo, muriendo.)